Las fresas dentales son utilizadas a diario en la clínica dental, tanto para tallar, pulir la superficie dental y eliminar el tejido cariado, y ya que generan vibraciones y calor, suelen utilizarse luego de aplicar la anestesia local en la zona a ser tratada.
El conocimiento de estos instrumentos desde el punto de vista de composición, materiales, clasificación, usos y adicionalmente la forma en que interactúan con los diferentes materiales en donde necesitan ser utilizados correctamente, es muy importante para el ejercicio profesional.
Una de las grandes referencias sobre fresas dentales del siglo XIX fue la aparición de un anuncio en The Catalogue of Dental Instruments and Equipment, una publicación de Samuel S. White en el que se hacía referencia a su característica flexibilidad.
Son por tanto una de las herramientas esenciales para el dentista, pero ¿sabrías estimar cuándo se inventaron?
El uso de las fresas se remonta al año 1858 cuando el doctor Jonathan Taft describe un instrumental rotatorio que denomina «fresa».
Ya en el año 1868, el Dr. Jonathan Taft en su libro “Practical treatise on operative dentistry”, describe las primeras fresas dentales fabricadas en acero. Estas fresas tenían formatos variados en su parte activa, pero todavía tenían que ser operadas manualmente por los odontólogos; además, su fabricación era totalmente artesanal. A partir del año 1872, las primeras empresas metalúrgicas comienzan a fabricar las mismas ya en escala industrial, luego de que en el año 1871 es lanzado el torno a pedal, aumentando así significativamente la demanda por estas fresas.
Su capacidad rotatoria resultaba mucho más eficaz que los cinceles, las hachas y los excavadores, – instrumentos que se estaban utilizando hasta el momento – demasiado gruesos y voluminosos.
Posteriormente se empezaron a realizar una serie de modificaciones para mejorar el uso de estas fresas dentales hasta llegar a la versión moderna y ampliamente utilizada por los odontólogos.
Flexibles
Una de las grandes referencias sobre fresas dentales del siglo XIX fue la aparición de un anuncio en The Catalogue of Dental Instruments and Equipment, una publicación de Samuel S. White, fundador de SS White CO, y en el que se hacía referencia a la gran gama de fresas disponibles y su característica flexibilidad. En el anuncio se describían de la manera siguiente: “Las fresas y taladros flexibles tienen tallos templados por resorte, más largos que los normales. Los cabezales de las fresas están formados para guiar fácilmente en el canal, y se cortan, para adecuarlos al trabajo del motor, de una finura media entre la cavidad y las fresas de acabado.”
En 1883, Dr. M. H. Webb, profesor de cirugía dental en la Universidad de Pennsylvania, pese a mostrarse muy a favor del uso de las fresas dentales, no las recomienda para el perforado final en endodoncia. Esta sugerencia de Webb creó gran debate a lo largo del tiempo, y mientras que el uso de las fresas se asentaba en el siglo XIX perdurando hasta la fecha, muchos dentistas siguieron preocupados por su uso en cirugías de conductos difíciles y endodoncias con enfermedades sépticas.
En Axis Dental nos comprometemos a asesorar a clínicas dentales y laboratorios sobre la fresa más adecuada para cada caso concreto. Además organizamos talleres de formación periódicos, brindando así la oportunidad de poder probar nuestros productos para una decisión acertada.